No tenemos porqué pensar en un restaurante u hotel muy lujoso o formal para hablar de protocolos. Cualquier restaurante, hotel o catering que quiera destacar por su alta profesionalidad y atención a los detalles debería tener en cuenta las formas de servir una mesa dependiendo del lugar o clientela que tenga.
Es un aspecto que a menudo no se contempla pero muy importante ya que marca la satisfacción de los comensales. En Eventum te contamos las formas más comunes que existen de servir la mesa para seguir con las normas protocolares y conseguir dar un servicio de diez.
Los manuales que recogen las reglas para servir en la mesa de tus clientes reconocen cuatro estilos o modos: a la francesa, a la inglesa, a la rusa y a la americana o servicio directo. Cada una de estas modalidades tiene su historia y sus pautas particulares.
Servicio a la francesa
Este estilo se inspira en cómo los comensales llegaban a la mesa y se servían en la antigüedad. Anteriormente las mesas estaban compuestas de varias fuentes de comida, de tal forma que desde cualquier punto de la mesa toda persona se podía servir con el surtido de comida preparado.
De esta manera, el estilo a la francesa se caracteriza por ofrecer al comensal la fuente para que él mismo se sirva. El protocolo indica que la fuente debe presentarse por la izquierda del comensal y que será él quien se servirá utilizando los cubiertos de servicio que están en la fuente para este fin.
Esta modalidad de servicio tiene un coste elevado debido a que se necesita mucho personal disponible, por lo que no es muy frecuente en locales o restaurantes, sino más bien en caterings de eventos especiales.
Presenta la ventaja de que es un servicio muy elegante, pero por contra es un servicio lento y en el que el cliente se puede manchar al no tener mucha destreza en usar los cubiertos de servicio.
Servicio a la inglesa
Basado en las costumbres de la nobleza británica, el estilo a la inglesa se centra en el camarero, quien se coloca en el lado izquierdo del comensal y, con la fuente en una de las manos, sirve la ración adecuada a cada uno.
Como en el caso anterior, es un estilo de servicio elegante que requiere de mucho personal por lo que el coste es elevado y también se suele emplear en caterings de eventos.
Es un servicio más rápido que a la francesa pero que en contrapartida no ofrece la oportunidad a los comensales de servirse las cantidades deseadas.